Wild World {Alex}

Solo descansar & no molestar, eso haría, ¿yo molestaba?, era molesta, pero a la vez pacifica, era molesta, pero a la forma de caer bien, ¿Por qué m*****s estaba sola?, ¿ya no era amigable? –¿Qué pasa con este maldito mundo?- murmuré para mí cuando estaba llegando al puente, me quede parada un momento, solo a veces me sentía un estereotipo de una mujer ‘’perfecta’’ pero noticia yo no lo era, nunca lo seria, odiaba ser perfecta.

Veía pasar niños jugando por todas parte, había conseguido lentillas para ocultar mis ojos en el frio, calor usaba gafas oscuras, mis ojos habían tomado un color café, igual que mi cabello, bajaba la cara como si tuviera miedo de algo, no lo tenía, no tendría miedo nunca de los nuncas.

Llegaba al puente caminando lento, suspiré y me recargué en un pequeño lugar y giré mi cabeza hacia donde habia una chica con lentillas sonreí de lado, un poco de compañia no me haria daño, sonreí y me acerque a ella -Buenas tardes señorita esta sola?- mi forma de ser galante me ayudaba a conquistar mujeres pero a la unica que queria conquistar ya la tenia casi conmigo asi que era lo unico que me importaba.

Crucé mis manos y entrelace mis propios dedos viendola, una chica si, atractiva y parecia agradable, de esas chicas que se veia de lejos que no era Inglesa.

Sentí un olor extraño, yo lo conocía & muy bien, era un humano, se acercaba, ¿me hablaba?, bueno era educada y contestaría bien, me pregunto si estaba sola, voltee para todos lados, me señale a mí misma, acto seguido sonreí.

-Sí, estoy muy sola, demasiado sola diría yo-dije en tono dramático- Por cierto soy Rebecca Jordan, un placer- le sonreí nuevamente.

Sonreí al verla y posé mi mano sobre una de las barandas viendola -Mi nombre es Alexander Michael Gray, pero puedes decirme como te guste- dije viendola y sonriendo, era una chica agradable, apenas la conocia pero... sabia que yo podia tener todo tipo de amistades, algunas muy frias y otras calidas, o ya veria yo.

Mire a Rebecca y sonreí -Cuantos años tienes?- preguté viendola y me mordí el labio al notar que si, definitivamente era preciosa.